Sus ojos se fueron abriendo ligeramente. La luz blanca y cegadora los obligaron a cerrarse otra vez hasta que pudo abrirlos e irlos acostumbrando. Aun así, sus párpados estaban pesados.
-¿Estás despierto?- una voz para nada familiar sonó a su lado y Sheldon, con mucho esfuerzo, giró la cabeza viendo a una mujer desconocida. Juró que pudo sentir cada hueso de su cuello tronar. ¿Cuánto tiempo llevaba sin moverse para estar en ese estado?
Por la vestimenta, que tardó tiempo en enfocarla supo que era una enfermera, por lo que aquel lugar era un hospital. Entonces…
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