Rayan detuvo el auto delante del edificio donde vivía Cassandra y no vio disposición de bajarse del auto a Leticia. Alzó una ceja curioso.
-¿Ocurre algo? Me dijiste hace poco atrás que deseabas ver a tu prima. Pues ya llegamos.
Sin embargo, Leticia apretaba sus manos en su regazo y miraba nerviosa en dirección a edificio. Si, quería hablar con Cassandra, pero a la vez se imaginaba el pleno discurso que le daría... que discurso, perro regaño que le haría la beta. Después de todo no había cuidado tanto de su salud como debía.
Es que quien le mandaba a ella a irse a meter en casa de un alfa como Rayan y además tener sexo como curiela con él. Pues... que habían sido de los mejores días de su vida.
Al carajo, no se arrepentía de nada.
Respiró profundo y enderezó la espalda.
-Ya voy, ya voy- tarde o temprano tendría que escuchar a su prima y al final parte de todo no sería un secreto a largo plazo, no después de la decisión que había tomado.
-Eh, eh, espera, a dónde te vas- Rayan estiró su