— ¡No digas eso!— exclamó Chris— eres una mujer maravillosa y muy valiosa, bella, no te dejes inundar de lo que tu esposo te hizo creer.
— ¡Chris, a veces pienso que él tenía razón!— dijo ella sollozando.
— ¡No, claro que no! Quiero que saques esa basura de tu cabeza, cariño— dijo él— solo pensamientos positivos sobre ti misma, para mi eres valiosa,— dijo Chris—despertaste a un hombre que estaba dormido desde que falleció su esposa, y eso lo valoro, aunque nunca me correspondas, te llevo en mi mente y en mi corazón.
— Eres un hombre maravilloso y mereces que te amen, pero yo no puedo corresponder a tu cariño de hombre, porque aún siento amor por otro hombre y no es justo para tí— dijo ella.
— No hay problema, tu amistad es lo más valioso en éstos momentos para mí— dijo él resignado.
Ella se levantó y le dio un suave beso en los labios, solo sobre los labios y dijo:
— Hasta mañana Chris, eres muy especial para mí— dijo Emma.
Ella entró en su habitación y él de quedó allí un bue