Al día siguiente me levanté de la cama, entré en el cuarto de baño y me duche, volviendo al dormitorio, poniendome un pantalón corto y un top. Me marché del dormitorio hacia las escaleras para ir a la cocina, ya que tenía hambre y deseaba comer algo. Al entrar enseguida se acerco a mi Georgina abrazandome y dandome dos besos
— Que alegria mi niña que ya estés en casa — me dijo- siéntate, ahora mismo te pongo tu desayuno
—- ¿Sabes dónde está mi esposo? Georgina – pregunte
— Se marchó temprano a trabajar, pero me ha dicho que a partir de hoy, te encargues de limpiar los baños y los cristales de la casa, y que no te tratemos como la señora de la casa — me dijo Georgina, algo triste
— Muy bien, pues asi lo hare, pero necesito un telefono, tengo que hacer una llamada — le respondí
— Hay mi niña, aquí nadie tiene, solo los señores tienen sus teléfonos
Después de desayunar, Georgina me dio todo lo que necesitaba para irme a limpiar los baños y los cristales como me dijo. Los primeros cuarto