A mitad de la noche desperté agitada debido a un mal sueño que tuve.
No sabía cuántas horas había dormido pero por alguna razón me sentía incómoda y no pude volver a conciliar el sueño.
Me levanté en medio de la oscuridad y me dirigí hacia la cocina en busca de un vaso con agua pero cuando pasé por la sala, no resistí la tentación de ver cómo estaba Fernando.
Me acerqué silenciosamente y entonces pude constatar que dormía profundamente mientras su cabello cubría parte de sus ojos.
Luego me senté a su lado mientras acariciaba su rostro con delicadeza para no despertarlo. Poco a poco fui deslizando mis manos por su cuerpo hasta bajar a su abdomen en donde delinee sus músculos con la punta de mis dedos.
Fernando se ha vuelto un hombre muy apuesto y contrario a los demás, él se ve cada vez mejor con el transcurso de los años.
Parte de su camiseta estaba levantada dejando ver sus marcados abdominales y entonces sin darme cuenta mordí mis labios al ver su piel bronceada bajo la tenue luz de