Unos días después, estabamos en la cocina desayunando mi hija y yo acompañadas de Gilda y Lucinda, cuando de pronto apareció David por la puerta, acercándose primero a mi hija dándole un beso en la mejilla para luego acercarse a donde yo estaba sentada, dándome un beso en mis labios, dándonos cuenta de cómo nos miraba sorprendida mi hija con una preciosa sonrisa en su pequeña boquita
—- ¿Os vais a cazar? —- nos preguntó, haciendo que los dos le riéramos la pregunta
—- ¿Tu quieres que mamá y yo nos casemos? — le preguntó David
—- Zi, tu eres mi papi y ella es mi mami, os quero mucho a los dos —- nos dijo mi pequeña
—- Gracias princes, pero venga vamos a desayunar que hoy os voy a dar una gran sorpresa —- nos dijo David
—- Siiiiii, bien —- dijo mi hija dando palmas con sus manitas
—- ¿A dónde quieres llevarnos? —- pregunte
—- Ya lo veras mi amor, la pequeña lo va a pasar en grande, venga terminar que nos vamos enseguida — me dijo
Mi pequeña terminó su desayuno todo lo rápido que pudo, l