CAPITULO 8: MI CASA, MI HABITACIÓN.
CAPITULO 8: MI CASA, MI HABITACION.
El grito fue escuchado por el ama de llaves, quien se apresuró a subir al segundo piso.
—Señora, ¿está bien?
Máximo la miro con una sonrisa divertida y Thalía respondió para tranquilizar a la mujer afuera.
—¡Todo está bien, Elena! ¡Puedes irte!
—Señora, si necesita algo llámeme.
—Está bien — dijo y miro al hombre con ojos hostiles —¿No sabes tocar la puerta?
—Esta es mi casa, mi dormitorio, ¿por qué debería llamar a la puerta? — dijo con suficiencia, pero sus ojos no podían apartarse de su cuerpo desnudo.
Fue entonces cuando Thalía recordó que estaba desnuda, por lo que se apresuró a tomar la toalla a su lado.
—¡Lárgate!
—¿Por qué debería? Aquí la que debería irse eres tú. ¡Esta es mi casa! — Máximo parecía divertirse molestándola.
Thalía no pudo soportar su burla. Se levantó de la bañera y respondió negándose a dejarlo intimidarla.
— Soy tu esposa y, por lo tanto, esta también es mi casa.
Debido a que Máximo estaba en cuclillas, cuando