UNA REINA EN EL CORAZÓN DEL REY. CAPÍTULO 4. Un juramento
Lo supo en el mismo momento en que vio el largo tatuaje en la espalda de aquella chica. El tatuaje de un ave fénix de líneas suaves y poderosas que le recorría la columna vertebral.
—Ninguna mujer criada en la fe musulmana se haría un tatuaje —murmuró Hasan dejándose caer en la almohada mientras Giulia se subía a horcajadas sobre su abdomen y el príncipe la veía sacar aquella horquilla afilada de su cabello—. Viniste a matarme —comprendió.
—Vine a matarte —confirmó Giulia mientras miraba la expresión de serenidad en su rostro.
Era un hombre hermoso, demasiado atractivo, pero también tenía todo lo demás: el temple, la amabilidad, el coraje, el honor y la hombría—. ¿Ni siquiera intentarás defenderte? —le preguntó con curiosidad.
Hasan respiró profundo, apenas podía distinguir su cara, pero había un brillo especial en aquellos ojos.
—Cada hombre tiene su momento de partir. Si tu dios y el mío decidieron que este es mi momento entonces… entonces lo aceptaré.
El corazón de Giulia repicaba