58*-LA ISLA

Horas más tarde Rossi, acostaba en la habitación que ocupaba el niño, cuando Edward llego y entró con paso firme y actitud segura, al observar al niño dormido se detuvo.

–Disculpa.

Rossi le sostuvo la mirada.

–¿Qué querías, Edward?

El se aproximó, y ella notó que fijaba la mirada llena de ternura en su hijo.

–Venía a preguntarte si has descansado algo desde que llegaste

–¡ Te importa!

Su tono agudo hizo que Santi aleteara los párpados, protestara un poco y se giró en la cama dormido.

–Me importa lo bastante como para preguntártelo –dijo él en tensión–. ¿Tienes todo lo que necesitas?

–Desde luego –dijo ella con mirada airada–. Aunque siento que estoy en una prisión

–Eso no es cierto del todo, Rossi.

–¿Y porque tú negatividad de ver a quién yo quiera?

–Todo tiene un limite

Rossi fue hacia Edward fuera de sí.

–¿De verdad crees que puedes mantenernos aquí durante dos semanas, según tus condiciones?

–No lo creo, lo sé. Puedo manteneros aquí todo el tiempo que quiera.

Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App

Capítulos relacionados

Último capítulo

Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App