En los días siguientes, Diego estuvo ocupadísimo.
Aunque Irene y él estaban alojados en el mismo hotel, no volvió a verlo.
De vez en cuando, escuchaba a los empleados del hotel hablar y se enteraba de que Diego había estado acompañando a Lola de compras y saliendo a ver diferentes espectáculos por las noches.
No regresaba durante la noche; quizás estaba quedando con Lola o había reservado otra habitación.
Las prendas que Estrella iba a usar en el concurso ya estaban casi listas, y había concertado una cita con los modelos previamente contactados.
Finalmente, todo estaba en orden, así que decidieron salir a relajarse un poco.
Ambas fueron a un bar bastante apartado.
El lugar no tenía música estridente, más bien parecía un bar tranquilo.
Encontraron una mesa reservada y pidieron algunas bebidas y aperitivos.
Estrella le explicó a Irene que había averiguado sobre este lugar a través de amigos. Según ella, después de medianoche era cuando realmente se animaba.
Por ahora estaba tran