---DIANA---
Estaba tan cansada que lo único que quería era descansar.
Quién sabe cuánto tiempo iba a pasar hasta que pudiera volver a estar en una cama confortable como ésta.
No quería abrir los ojos, porque eso significaba que el mundo
empezaba a girar otra vez,
con menos fuerzas y
con toda la furia
que la abstinencia podía generarme.
Los errores no iban
a borrarse y las penas sufridas se habían marcado a fuego
con una mentalidad completamente adictiva.
Había intentado con psicólogos, psiquiatras medicamentos,terapias de grupo,
nada lograba
hacerme fuerte
ante el mundo.
El mundo dolía....
ese escenario me planteaba el desenlace de todo.
No podía olvidarlo, no podía hacer de cuenta que en cada respirar había un esfuerzo de muerte y esa muerte se sentía en mi aire.
Le guste a quién le guste las drogas eran lo único que me hacía levantarme de la cama y
vivir mi vida imperfecta, desordenada, mediocre incluso hasta asquerosa para cualquiera....
Nada de este mundo me interesaba...
A