Capítulo 38. Te miras hermosa.
Aranza estaba estresada debía ser la mujer más bella del lugar, necesitaba verse perfecta y nadie iba a echarlo a perder.
-Señora, Gabriela está recién bañada es su hora de dormir.
Aranza suspiró desesperada, esta mujer aún no comprendía que ése era su trabajo. Volteó a verla con un gesto de pregunta, era poco o mucho menos de poco lo que le importaba eso.
En ese momento Gabriel entró y ella de cambió por un instante:
-Mi pequeña está despierta aún- Su tono era dulce y conciliador.- Ya debería estar dormida.
-No te preocupes- Gabriel se acercó y le dió un beso en la cabeza, cuidando de no despeinarla- yo la duermo, gracias Dalia- Volteó a ver a la nana- Ya puede irse a descansar.
-Sí señor, muchas gracias, y buenas noches.
Dalia decidió irse ya era muy tarde para ella, mientras tanto Gabriel se quedó mirando a su esposa.
-Te miras hermosa, bueno lo estás pero hoy estas espectacular.
Aranza volteó con una sonrisa, había elegido el vestido a la medida, un corte al cuerpo sin tirantes