Mundo ficciónIniciar sesiónCuando Max despertó, Isabella ya no estaba en la habitación. Salió y la vio en el balcón, conversando con Samantha. Sus miradas se cruzaron por un breve instante, pero Isabella desvió la vista rápidamente, fingiendo no verlo. Max suspiró y regresó a la habitación.
—Sam, voy a la cocina un momento —dijo Isabella.
—¿Para qué? —preguntó Samantha.
—Quiero prepararle té a Max.
—Pero hay personal para eso, Bella. Déjalos hacer —respondió Samantha.
—Es mi trabajo, Sam. Además, hoy se va a reunir con un cliente —dijo Isabella con sencillez.







