Mundo de ficçãoIniciar sessão
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Capítulo 33.
CHRISNunca pensé que llegaría el momento en que Sophie me odiaría, pero creo que finalmente hemos llegado a eso. Sus palabras, duras e hirientes, todavía siguen clavadas en mí cuando la veo voltear y caminar hacia la salida.No tengo mucho qué decir, pero tampoco quiero darme por vencido con ella y por eso es que la sigo. Posiblemente acabe más herido y más arrepentido de lo que pasó, pero no puedo dejarla ir así de molesta.—Sophie...—No quiero hablar más contigo, Chris—menciona molesta.Casi corro para alcanzarla, tomando su mano y alejándole en cuanto ella se zafa con fuerzas. Se nota a leguas que está demasiado molesta como para lidiar conmigo por lo que mantengo mi distancia y se lo hago saber con las manos en alto.—¿Qué quieres?—Lo que pasó anoche... no fue un error—digo apresurado—. Yo te amo, tú me amas y lo que dije sobre darnos otra oportunidad iba completamente en serio.Ella rueda los ojos, apretando los dientes, algo que hace cuando se traga sus palabras.—¿De verdad
Capítulo 34.
SOPHIELas manos me tiemblan cuando me detengo frente a la casa de mi madre. Por primera vez en años, siento temor de enfrentarme a la mujer que siempre fue un apoyo para mí y eso es porque sé que hoy realmente la he decepcionado.Por el coche estacionado en la entrada sé que está en casa, lo que aumenta aún más mis niveles de histeria. No se supone que tenga que renegar de esta forma, pero es imposible no hacerlo después de todo lo que pasó en tan poco tiempo.Apenas veinticuatro horas y la vida nueva que estaba comenzando, otra vez me regresó a la vida que estoy intentando dejar atrás. Fallando miserablemente.No puedo estar de pie todo el día parada afuera, esperando que las cosas se arreglen mágicamente sin hablar del tema por lo que al fin tomo el coraje de cruzar por la puerta. En mi mente estoy lista para enfrentarme a lo que sea. Incluso sus palabras hirientes y crueles porque la conozco.Mi madre enfadada es capaz de decir cosas que desgarran el alma como lo demostró hace poc
Capítulo 35.
SOPHIELas palabras de mi madre resuenan en mi cabeza en todo momento. Me paso el resto del día acomodando mi ropa, la poca que tengo, en las maletas que me presta para poder mudarme de regreso a la casa en donde todavía no sé si quiero regresar. Lo que sí tengo claro es que la relación con mi madre mejorará si realmente dejo esta casa pues ya la he cargado demasiado con mis problemas.Es una mujer grande que debería de estar disfrutando del último tramo de su vida laboral antes de jubilarse, no el de tomar otro empleo para solventar los gastos que se vienen debido a mi embarazo.Esto es algo que me corresponde, también a Chris, por lo tanto, sé que la mejor decisión que pude tomar es esta.Al final del día, después de pasar unas horas con mi madre, regreso a casa en coche, pensando todo el camino con qué me voy a encontrar en cuanto llegue pues no tengo idea de qué habrá hecho Christopher en mi ausencia, más allá de llamar a mi casa incontables veces con la idea de que hablemos, aunq
Capítulo 36.
CHRISMuchas veces soñé con tener a Sophie de regreso en esta casa. Soñé con tener el aroma a desayuno esparcido por cada ambiente, y el sonido de fondo que eso conlleva. Soñé con verla caminar por los pasillos de nuestro hogar, con su vientre abultado y sonriendo, y al fin lo he conseguido aunque en un ambiente completamente diferente al que hubiera soñado alguna vez.Aquí está. Y el aroma. Y el sonido de fondo. Pero ella ya no es la misma.Mis acciones cambiaron tanto su perspectiva sobre nuestro matrimonio que incluso estando en el mismo espacio es como si cada quien viviera una realidad diferente y no porque yo quisiera, sino porque ella así lo desea.Sophie pasa por mi lado sin hablarme. Podríamos cruzarnos en un pasillo estrecho o mirarnos de frente, pero incluso ahí no dice ni una sola palabra y eso cada día me está matando. Al punto en que decidí encerrarme en mi despacho después de un mes de convivir de esa forma tan desastrosa.No tengo idea de cómo va su embarazo, tampoco v
Capítulo 37.
SOPHIE.Ocho semanas. Esa es la cantidad de días que llevamos sin hablarnos mi esposo y yo y la verdad es que ha sido todo un reto.Después de la conversación en la sala aquella noche en que regresé, fui a mi cuarto pensando en que al día siguiente comenzaría mi calvario pues lo tendría rogando por mi perdón cada vez que nos cruzáramos por los pasillos y realmente no sabía cómo demonios iba a soportar.Pensaba en que tendría que ganar dinero como sea para poder rentar un lugar para alejarme de él porque no tenía las ganas ni la capacidad para soportar tanta presión para tomar una decisión sobre nosotros, sin embargo grande fue mi sorpresa al despertar al día siguiente con un silencio sepulcral en la casa.La primera vez que nos cruzamos me quedé helada preguntádome cuándo comenzaría con los ruegos, sin embargo pasó de largo sin decir nada y lo agradecí. No estaba lista para hablar, tampoco para oírlo, simplemente quería paz y por eso no me sorprendió el seguir así por unos cuantos día
Capítulo 38.
SOPHIELas manos me tiemblan mientras siento que cada partícula de mi cuerpo está en completo shock. En mi mente no puedo dejar de pensar en todas las cosas que pude haber hecho para evitar esta situación, quizás preocupándome más, acercándome más, hablándole más, pero no.Me enfoqué tanto en mí misma que ahora mismo me siento como la peor esposa del mundo. Jamás descuidé a Chris, ni una sola vez. Estando enfermo yo me quedaba a su lado hasta que se recuperaba, sin embargo hoy la situación es completamente diferente.Actué de manera imprudente. Lo abandoné, lo dejé de lado incluso sabiendo que su alcoholismo podía llegar a ser preocupante, aunque no a este punto.Mientras la ambulancia se lo lleva, los bomberos me abandonan al instante y me quedó ahí, sola.Me lleva no sé cuánto tiempo recuperarme lo suficiente como para acercarme al despacho, o al menos lo que queda de él, sintiendo un vacío en el pcho al ver el lugar con una enorme mancha de sangre en la alfombra.Cajas vacías por t
Capítulo 39.
SOPHIELas horas que pasan parecen ser interminables. A mi alrededor las personas entran y salen de la sala de emergencias, aunque nosotros seguimos en el mismo lugar, esperando noticias que al parecer no van a llegar nunca.La espalda me duele por la mala posición prolongada, pero este dolor no se compara con el dolor que siento al no saber absolutamente nada de Chris en todo este tiempo.Tanto yo como su madre, estamos a la espera. Ella no ha abandonado su lugar en ningún momento, ni siquiera para comer. Gracias a mi madre es que ambas nos hemos alimentado porque si por mí fuera, ni siquiera pestañearía con tal de no perderme de nada.Y aquí estamos, con el sol saliendo en un nuevo día mientras me quedo a la espera, observando el lugar por donde salieron los doctores a dar noticias a otras familias, menos a nosotras.Estoy a punto de perder la cabeza, cuando veo que alguien sale hasta el puesto de las enfermeras donde una de ellas menciona el nombre de Chris.Me pongo de pie de inme
40.
SOPHIE La madre de Chris no es capaz ni siquiera de mirarme y lo entiendo a la perfección pues si algo le sucede a su hijo será por mi culpa. Tengo un nudo en la garganta pues espero que al menos alguien salga a decir algo, pero nada sucede. Tengo que quedarme sentada, respirando profundo por el dolor de espalda, aguantando estas sillas incómodas mientras mi cabeza da demasiadas vueltas como para pensar en otra cosa. ¿Cómo podría? El padre de mi hijo acaba de entrar en cirugía y no tenemos noticia alguna. Me duelen las piernas, las manos de tanto que me las he torcido y hasta podría decir que me duele el respirar. Cuando volteo a ver a su madre, noto que mi madre me está mirando con demasiada tristeza en sus ojos mientras yo agradezco que esté aquí. No sé qué habría hecho sin ella ya que me mantiene hidratada, también me trae comida, pero lo esencial es que fue capaz de hacerse cargo de mi suegra pues yo no lo habría hecho. Mi bebé para mí es lo más importante por lo tanto cont
Último capítulo