58. El peso de su Ausencia
CHASSE
Habían pasado semanas desde aquella mañana en la habitación del hotel, desde que desperté para encontrarme solo. El espacio vacío junto a mí en la cama me recordaba constantemente lo que había perdido. Había leído y releído la nota de Harmony hasta casi desgastarla, pero ninguna palabra, ningún rastro de tinta, me decía dónde buscarla. Su despedida era definitiva, pero no podía aceptarlo.
Me puse de pie y lancé un golpe al escritorio. El eco de mi frustración retumbó en la habitación. ¿Cómo había permitido que todo llegara a este punto? No podía permitirme ser derrotado por su silencio, ni por la ausencia de pistas. Harmony era mi vida, y la encontraría, sin importar cuánto tiempo me llevara.
El primer lugar al que acudí fue su apartamento. Toqué la puerta una y otra vez, pero no obtuve respuesta. Finalmente, me arriesgué a abrir con la llave que ella no sabía que todavía conservaba.
El interior estaba vacío. Cada rincón carecía de vida, como si nunca hubiera habitado allí. Lo