Al día siguiente
Almorzamos en el jardín. Después de varios intentos para sacarme de la habitación, termino cediendo al no encontrar la manera de convencer a la señora Lennox que me encuentro mejor en la habitación. Pero, siendo sincera, salir es bueno. Sentir el fresco aroma de las flores y como iluminan el lugar con su agradable presencia, me hace feliz. Algo que sin duda, me resulta un fresco ante una asfixiante vida. — Deberías comer más. Estás muy delgada. — dice el señor Lennox sirviendo más en mi plato.Porque sí, aquí hacen las comidas estilo bufete, donde puedes tomar lo que desees de la mesa. Algo que es bastante sorprendente, sobre todo para mí, donde comer en compañía y con los dueños de la casa, es algo que apenas estoy experimentando. — Lo siento, pero, no creo que pueda comer tanto.&md