Capítulo 106: Discordia y más amor
Desperté con la luz del sol atravesando las ventanas del cuarto, bañando mi rostro con un calor suave. Por un instante, pensé que todavía estaba atrapado en algún sueño, de esos confusos, vagos, que parecen durar para siempre. Pero el dolor en la nuca fue rápido en recordarme la realidad. Definitivamente, no estaba soñando. Nunca imaginé que existiera otra forma de dormirme además de mis medicamentos. Pero esa… fue demasiado dolorosa. Y, por absurdo que parezca… valió la pena.
El recuerdo de la noche anterior todavía flotaba sobre mí como un velo caliente y denso, impregnado en la piel, en las emociones, en los pensamientos. Sus palabras, sus ojos asustados, el toque tembloroso, la forma en que me empujó antes de que todo se desmoronara… nunca pensé que ella pudiera ser monstruosamente fuerte, incluso siendo yo casi el doble de grande que ella.
Lo merecía. Cada centímetro de ese empujón y golpe por no haberlo dicho de inmediato, cuando ya tenía la