23.
Anastasia se quedó perpleja mientras la observaba, no podía creer que de verdad las cosas habían resultado así de fáciles para ella.
— ¿Por qué haces esa cara? Te ves como si estuvieras constipada. — Erick rompió el silencio y la sacó de la burbuja en la que se había encerrado mentalmente. — ¿Hubo algo que nos hizo falta acaso? ¿Quieres que nos regresemos a comprarlo?
Anastasia hizo una mueca. — ¿Es una broma? Los asientos traseros están a punto de explotar con tantas bolsas, por no hablar del maletero de tu auto y dude que use todo eso. Se suponía que solo comprarías algo para usar en la gala. — Negó con la cabeza, no quería comprar nada más. Luego de un momento de silencio decidió seguir hablando. — ¿Quién es la chica?
— ¿Perdón?
— La chica de la tienda con la que hablabas. — Podría llegar a sonar como una novia celosa, pero poco le importó. — ¿Es alguien cercana? Parecían llevarse bastante bien dado el hecho de que te llamó descuidado y no amenazaste con borrar a su familia de la e