Katy no supo qué hacer, así que tampoco dijo nada, tomó la decisión de esperar que durmiera y descansara y luego hablaría con él. Solo levantó las manos, frustrada, tomó a su hijo y salió del lugar rumbo a la otra habitación seguida de Carlotta y la bebé Sandra en los brazos.
—¿Lo acabas de oír? —in