Cuando Jeremy de repente escuchó a Karen gritarle a Madeline con tanta ansiedad, él también se sorprendió inexplicablemente.
Cuando él vio la apariencia somnolienta de Madeline, él se acercó a ella de nuevo.
Ella sudaba profusamente y su rostro estaba tan blanco como un papel.
Él podía ver lo mucho que ella estaba tratando de dar a luz al niño, pero parecía no tener suficiente energía.
Madeline vio al hombre de pie junto a ella, aturdido, y le tendió la mano enérgicamente. "Jeremy...".
Ella jadeó con fuerza y lo miró con expectación en sus ojos húmedos y brumosos.
El tiempo pasó en silencio, y cuando ella vio que Jeremy la ignoraba, Madeline sonrió amargamente antes de bajar lentamente su débil mano.
En ese momento, Jeremy de repente se acercó y tomó su mano.
Su toque parecía haber inyectado una oleada de fuerza en el cuerpo y la mente de Madeline.
Ella abrió sus ojos cada vez más cansados con sorpresa y vio al hombre frío.
"Si te duele, solo grita". El tono del hombre er