Punto de Vista de Dylan

Estaba cansada, increíblemente cansada.

Por primera vez en meses, mi sueño estaba plagado de pesadillas. Pesadillas del rey, la diosa de la luna, Lewis y la batalla que se avecinaba. Todo se me vino encima tan, tan rápido, y sentí que ni siquiera había tenido tiempo de respirar antes de que todo esto me ocurriera.

La cama que pertenecía a Lewis olía a él, pero no hacía nada para calentarme ni consolarme de ninguna manera. Las sábanas de su lado de nuestra cama estaban frías y vacías, y su presencia era extrañada más de lo que mis palabras podrían expresar. No estaba segura de cuándo me había vuelto tan dependiente de él para tranquilizar mi mente, pero ahora que se había ido, estaba inquieta y perdida.

Después de aproximadamente una hora de sueño real y dos horas de dar vueltas en la cama, me di por vencida y terminé yendo a la oficina del alfa para repasar todo. La gente seguía de fiesta, la música sonaba fuerte y resonaba en toda la casa, y las bebidas seg