Capítulo 87.
La princesa Clara llega a su habitación desesperada y frustrada tratando de contener todo el descontrol de emociones que le invade.
— ¡Maldición!— gritó al mismo tiempo que arrojaba con toda su fuerza la puerta para que cerrara con un estruendoso ruido.
— Odio sentirme tan vulnerable, odio ser siempre la comidilla y la pieza a utilizar por mi padre.— Su voz se sentía dolorosa, como si algo dentro de su pecho siguiera rompiéndose a pesar de sentir que sería imposible.
Sentía tanta rabia consumirla, que su cabeza pensaba todo demasiado rápido.
Sus emociones se iban sobreponiendo pero sin duda ella saldría victoriosa, como había hecho tantos años durante toda su vida, Clara cerró los ojos, respiró profundo y su rostro se volvió una máscara impenetrable.
Dejando dos hoyos negros en lo que antes estaba su alma.
Comenzó a caminar en dirección de una pequeña jarra de cristal, el líquido dentro era completamente transparente, ella extendió su mano, tomó la jarra suspirando resignada.
— Esta