“No puede ser que no pueda contenerme, siglos en este mundo y sigo cayendo en la tentación de un cuerpo femenino” Pensaba Malcolm al mismo tiempo que se mantenía con los ojos cerrados, no quería verla, no con ese vestido casi transparente.

Oleika mientras tanto se mantuvo con la cabeza agachada.

“No puedes protegerte” Esas palabras resonaban en su cabeza pero lo que no podía olvidar era abrir los ojos y encontrarse con el Alfa Líder sobre ella besándola.

El tiempo era demasiado para poder vivir con ese recuerdo en mente.

El auto se detiene, y sin decir palabra Malcolm se baja del auto dirigiéndose directamente a la entrada de la posada a la que acababan de llegar.

Su cuerpo imponente y masculino atrajo la mirada de cada una de las mujeres presentes, y sacó varias sonrisas ver a un hombre poderoso y salvaje era un afrodisiaco que ninguna podía resistir.

— Señor — Saludó el dueño del lugar con un susurro y una inclinación mostrando su respeto — Bienvenido a esta humilde posada.

En ese