Capítulo 183.
En medio de la noche completamente oscura, plagada solo de pequeños destellos de escasas estrellas.
Luisa se encuentra en medio de unas dunas recibiendo el golpe constante del viento helado recorriendo su piel.
— Ya era hora que aparecieras— una voz profunda y sensual se encontraba detrás de una de las runas más altas, solo con escuchar su timbre de voz Luisa se ponía en un estado de alerta permanente.
— No sé como siempre lo consigues— susurra la rubia al mismo tiempo que se abraza a sí misma con sus brazos erizados por el frío y la tensión al saber lo que está a punto de hacer.
— ¿Cómo lo consigo?— cuestiona ese hombre con la capa cubriendo cada parte de su cuerpo, al mismo tiempo que se acerca con paso firme— porque soy tu amo — declara él en medio de la oscuridad.
Un golpe como de látigo doloroso atraviesa las piernas de Luisa, ante la sorpresa ella se muerde el labio inferior y cierra los ojos.
Debía contener su dolor, no le daría el gusto.
— Te dije… que no quiero volver… a