Capítulo 170.
Ese mismo día en el que ella finalmente fue parte la limpia general del aquelarre, Oleika así como estaba expulsando de su cuerpo cada rastro de magia oscura, iba recuperando la memoria de cada una de las vivencias que había tenido en esta vida.
Hasta que llegó al instante de la cueva, la incertidumbre, dolor y miedo comenzaron a recorrer su cuerpo sin contemplación.
“No es malo” pensó desconcertada al mismo tiempo que observaba por la ventana como Luisa estaba mirando hacia el exterior donde una onda iba avanzando arrasando con todo lo que estaba en su camino.
La forma en que todo su cuerpo sentía la extracción de la magia oscura, como filosos aguijones siendo expulsados por su piel, era una sensación devastadora pero al mismo tiempo reconfortante.
“Debo ser inteligente, debo saber cómo moverme y utilizar este conocimiento a mi favor” pensó la pelirroja.
Porque sí al conocer que el cuerpo de Malcolm estaba siendo poseído por un espíritu oscuro, si se lo decía a las personas indicadas