Al mismo tiempo que esto sucede, Oleika va directo a ver a Mila, recorrer los pasillos, recorrer cada una de las paredes, incluso el camino que la guiaba hacia la clínica de la curandera, la hacía rememorar lo que sentía que había pasado muchas vidas antes.

“y pensar que la primer noche que pise este lugar era solo una esclava perdida y deseosa de encontrar mi lugar en el mundo, y ahora no solo soy la futura luna de esta manada, sino que tengo doble linaje y soy una de las místicas criaturas ancestrales” Pensaba con la emoción consumiéndola, nostalgia, tristeza y dolor por todo lo que había tenido que pasar “Pero solo con pensar en él, siento que ha valido la pena”

— Es increíble— susurra Luisa al mismo tiempo que observa la enorme construcción del castillo y la antigüedad que se mostraba a simple vista.

Pero al enfocarse en las enormes diferencias entre las características de los pertenecientes a la manada, tuvo que detenerse solo un instante, muchos heridos, muchos con cicatrices vi