Capítulo 201.
Al mismo tiempo que esto sucede, Luisa y Mila se encuentran sobrepasadas por la cantidad de guerreros heridos que iban llegando uno tras otro a la clínica.
“No entiendo que sucede, jamás había sucedido algo como esto” pensaba la curandera que al mismo tiempo agradecía la presencia de la bruja que la ayudaba con la enorme carga.
— ¡Gerardo!— Grita Mila al mismo tiempo que corre para contener la hemorragia que tenía en el vientre, el guerrero se estaba sosteniendo los intestinos con sus propias manos, estaban saliendo de forma constante de su cuerpo.
— Tranquila… no pasa nada, ponle una cremita y seguro…— no termina, Gerardo cae de rodillas y sin contemplaciones comienza a quejarse por el dolor tan infernal que lo atraviesa, incluso sus ojos se vuelven lobunas con las pupilas ovaladas.
— ¿Qué pasó? ¿Contra qué criatura estabas luchando?— Las heridas eran profundas y definitivas pero el patrón de las lesiones no podía identificarlo, era como si su piel se hubiera derretido de una forma e