Ellar había olido a su hermano y había bajado corriendo las escaleras desde su habitación. Pero la imagen que vio le hice quedarse quieto ante su hermano y el lobo que le pareció muy familiar compartiendo una situación incómoda.
-¿Hermano, quién es él?- era muy parecido a Lukyan, pero su cabello era muy largo y negro, sus ojos plateados y su rostro era incluso más refinado y hermoso.
Una pulsada batió su corazón. Nunca había conocido a alguien que podía llamar tanto la atención con su imagen y eso era mucho decir después de estar conviviendo un tiempo considerable con cierto lobo albino. No le gustó aquello y menos la forma en que la expresión corporal de él giraba posesivamente en torno a su hermano.
Aidan por su parte se alejó de Lucian y se acercó al lobo.
-Hola. Debes ser Ellar- él le sonrió con su acostumbrada falsa sonrisa- Y al parecer no te gusto-
Ahí estaba otra vez. Lucian resopló. Acaso Aidan no tenía un filtro o percepción del ambiente para hablar. Una cosa era no tener se