Despierto con un fuerte dolor de cabeza e intento levantarme.

– Espera no te levantes.

Giro hacia donde está la voz y una chica rubia de unos veinte años se acerca a mí.

¿– Quién eres?

Pregunto frunciendo el ceño.

– Eso debería yo preguntártelo a ti, estás en nuestro territorio.

Dice para revisar mi costado.

¿– Cuántos días llevo aquí?

Pregunto

– Tienes tres días inconsciente, por suerte te encontré a tiempo, estabas casi muriendo.

– Maledizione. (Maldición)

Digo para incorporarme y revisar mi herida.

Pero me sorprendo al verla casi sana.

Miro a la rubia que está junto a mí.

¿– Acaso eres bruja?

Pregunto frunciendo el ceño.

– Claro que soy bruja, gracias a eso estás viva.

Habla tomando asiento en un pequeño sillón.

La miro alzando las cejas.

¿– Es permitido que cualquier persona sepa que eres una bruja?

– Ningún humano puede saber que somos seres sobrenaturales.

– Entonces… ¿por qué lo dices a la ligera?

Pregunto intrigada.

– Tu sabes sobre nosotros chiara Moretti, no hay necesidad de ocultarlo… pero déjame decirte algo, el hombre que buscas no se encuentra en esta manada.

Suspiro y me recuesto.

– Lo sé bruja, no hago nada a la ligera, tengo todo perfectamente planeado.

– Mi nombre es Alba, no bruja.

Dice frunciendo el ceño.

– Lo siento no quería ofenderte.

Digo para cerrar los ojos y descansar un poco más.

Sé que se preguntan qué es lo que está pasando, así que les voy a contar.

Mi nombre es Chiara Moretti, tengo veinticinco años y soy italiana, mido 1.75, soy bastante alta, mi cabello es de color castaño, mis ojos son verdes, mi tez es clara y mi cuerpo es bien proporcionado, grandes pechos, nalgas, y curvas… O sea un cuerpo de infarto.

Soy la mafiosa mas buscada del mundo, estoy en la lista numero uno, pero sin rostro y sin nombre … Nadie me conoce, puedo ser cualquier persona, María, Juana, Antonio, Pedro… Etc.

Las únicas personas que me conocen son mis cuatros hombres más fieles, bueno ya son tres, ellos son mi sombra y están en todas partes

DÍAS ANTES :

Me coloco un short negro, un top banco junto a unas botas negras, me subo a mi auto y me detengo frente a un club privado.

¿– Está todo listo?

Pregunto por los auriculares mientras me como una goma de mascar.

– Todo listo señora, ya puedes ingresar.

Escucho por los auriculares.

Abro mi laptop e ingreso a la cámara de seguridad que están dentro del club privado.

Hoy caerán unos de mis peores enemigos, nadie se mete conmigo y sale vivo.

En el club privado hay una subasta de jovencitas, según lo que escuché las chicas son de diez años para abajo… Aún son unas bebes, pero hoy se termina sus negocios al igual que su vida.

A través de las cámaras ocultas que han instalado mis hombres puedo ver todo en mi laptop y hay alrededor de unos veinte hombres… la mayoría son viejos depravados.

Mientras observo todo un hombre con cabellos rojos llama mi atención.

Hago Zoom a mi laptop y miro lo guapo que es, su mirada fría, con esos ojos de color azul oscuros, su ceño fruncido, su enorme cuerpo… Ese hombre debe de medir como veinte metros.

Hago Zoom en medio de sus piernas y carajo… ¡Que anaconda! Puedo ver ese paquete aún con sus pantalones.

Me hecho un poco de aire al sentir calor…

Uuff, creo que un hijo de los dos debe salir muy guapo… De seguro saca su belleza y mi inteligencia…

Creo que ya es hora de tener un pequeñín Chiara.

Dirijo mi vista a dónde el mira y en la tarima hay una pequeña niña de cabellos rojos.

Frunzo el ceño y miro el salón completo… Hay como alrededor de cinco hombres grandes y corpulentos que están parados en puntos estratégicos mirando hacía la niña.

– Retirada, repito retirada.

– Pero señora…

– Aron salgan de ahí ya.

Hablo con voz demandante.

– Como ordene señora.

Dice a través de los auriculares.

Miro al peli rojo que observa detenidamente la cámara.

M****a, pero que ojos... Creo que me vine…

De pronto las cámaras dejan de funcionar y todo está borroso.

Pero que m****a.

Pienso.

– Aron ¿Ya salieron?

Pregunto al escuchar gritos y ¿Gruñidos?

– Estamos en eso, señora.

Escucho su voz agitada.

– Bien, el chófer los esperará en la salida de emergencias.

Digo para arrancar mi coche a toda velocidad.

Horas más tarde los medios no dejaban de hablar de la masacre que hubo en el club privado, las personas de allí adentro estaban despedazados como si hubieran sido animales furiosos.

Las imágenes eran realmente horrendas y daban hasta cierto temor.

Entro en la habitación de Aron como si fuera mi casa… De todos es a él que más confianza le tengo, es como mi hermano.

¿– Que pasó allá adentro Aron?

Pregunto tomando asiento.

Él me mira frunciendo el ceño.

– Cuándo nos dijiste que debíamos retirarnos… Todo estaba bien… Pero segundos después es como si hubieran animales dentro… Estoy seguro que vi un lobo… pero es algo imposible ¿No? Estoy confundido Chiara… No se realmente lo que vi.

Observo Aron y esos ojos azules llegan a mi cabeza…

– De casualidad entre los muertos… ¿Había un joven de cabellos rojos?

Aron frunce el ceño y niega.

– La mayoría estaban en la tercera edad, no habían jóvenes, ni tampoco cabellos rojos.

Mmm que raro…

– Necesito que veas esto.

Digo enseñando la grabación de mi laptop.

Aron mira todo frunciendo el ceño.

¿– Ya lo investigaste?

– Fue lo primero que hice… pero no aparece registro de ese chico… No existe.

– ¿Será un mafioso?

Pregunta Aron intrigado.

– Es lo más probable… pero ¿Cómo logró salir sin que las cámaras los captaran?

– Al parecer bloquearon todas las cámaras para salir sin ser vistos.

Asiento dándole la razón… pero hay algo que me tiene intranquila… ¿De dónde salieron los lobos?

Desde ese día empezó mi obsesión con el peli rojo y los lobos.

Pasaba día y noche investigando… Tenía que encontrar algo si o sí.

Pasaron los días y me frustraba no encontrar nada, es como si la tierra se los tragara… Odiaba tener que darme placer yo misma pensando en ese maldito cuerpo del peli rojo… ¿Cómo sería tenerlo en mi cama? Estoy segura que es un salvaje… su semblante lo dice todo…

Escucho como tocan la puerta de mi habitación.

– Pase.

Aron entra con una sonrisa.

– He encontrado algo Chiara.

Me levanto inmediatamente.

¿– Que encontraste?

– Es uno de los que estaban en el club, visitan un pequeño pueblo para llevar provisiones cada cierto tiempo…

Dice Aron entregándome su tableta.

Observo todo y una sonrisa se forma en mi rostro.

– Aron necesito que vayas a ese pueblo e investigues todo, quiero que sea de manera confidencial.

Digo con una sonrisa.

– La verdad no entiendo cuál es tu obsesión con ese tipo si ni siquiera lo conoces.

Dice Aron.

– No me cuestiones… El es el elegido para tener un hijo.

Hablo sonriendo como una maníaca.

Aron rueda los ojos.

– Una cosa más Aron… Ni una palabra de esto a nadie, tengo ratas en mi organización y tengo que deshacerme de ellas lo mas pronto posible.

– Cómo ordene señora.

Dice Aron para retirarse.