Chiara :
Al día siguiente despierto con el sonido de los pájaros... Es una delicia despertar así.
Me levanto me dirijo al baño, hago mis necesidades y me cóloco la ropa que me dejó Alba; Un pantalón y un polo, algo sencillo pero cómodo.
Cuándo camino por el pasillo me encuentro a Layla.
– Tía Chiara ¿Cómo estás?
Pregunta acercándose a mí con una sonrisa.
– Muy bién pequeña ¿Y tú?
– De maravilla... ¿Te gustaría desayunar conmigo en la cocina?
Lo pienso por unos segundos y luego asiento, es mejor no tratar de ligarme mucho con esos lobos.
Las dos llegamos a la cocina qué está vacía.
¿– Que sabes hacer?
Me pregunta Laila.
– Pues nada.
Digo tomándo haciéndo y me encojo de hombros.
– Eres un caso perdido tía chiara, ven vamos hacer tostadas, yo te enseñaré.
Dice para enseñarme a preparar las tostadas.
Luego de terninar, tomamos un jugo qué está en el congelador y empezamos a desayunar.
– Te dije que la quitaras rápido, mira como la quemaste.
Dice arrugando su frente mientras mira su pan...