Bárbara.
Podía sentir su respiración en mi rostro, su olor a menta me lleva al pasado cuando podía estar entre sus brazos mientras me abrazaba haciéndome sentir suya y protegida.
— ¿Entonces me responderás mis preguntas? — escucho su pregunta y salgo de mis recuerdos, me alejo del castaño y me siento en la silla.
— Pregunta e Intentare responder lo que esté a mi alcance, señor De Luca — cruzo mis piernas y lo veo tragar saliva.
— ¿Puede ser en otro sitio? — suspiro y me levanto.
— Salgo a las 6... — digo y salgo de la sala encontrándome con Galileo que me mira y finge no haber escuchado nada hasta que se me acerca.
— Sabes que estás dentro de este nuevo proyecto, así que no me falles y puede irte a la hora que quieras, solo recuerda estar al día — explica y se va