La brisa fría balanceaba el cabello de Sally mientras ella bebía una copa de vino blanco, Brent, recostado del marco de la puerta, la contemplaba con admiración y deseo al mismo tiempo pensando en como pudo haber sido tan tonto en perderla. Ella era única, una mujer alegre, sonriente y espontánea, amante de los niños y de vivir la vida en libertad y con soltura. Brent odió saber que desperdició siete años de su vida con una mujer que no le dio felicidad, y que lo único bueno que obtuvo fueron noches de placer, entendiendo que eso no era lo suficiente por más que le encantaba. Necesitaba amor, atención, cariño y ser consentido por su única esposa, necesitó de esas caricias suaves que lo hacían entrar en un trance de relajación por horas, ella lo tenía todo y él lo perdió.Volvió dentro de la casa y cogió el ramo de flores que le compró, se regresó al jardín y caminó con pasos sigilosos hacia ella para mostrarle y ofrecerle el hermoso ramo de flores, Sally, sonrió con dulzura, recibi
—¡¿Explícame que significa esto?! —entró con escándalo Brent en la oficina de Sally mostrando la foto de ella y Bruce. —Una foto mía y de Bruce abrazados. —respondió ella con naturalidad.—¡Déjate de juegos conmigo, Sally, no me gusta tu cercanía ante ese hombre y menos que se estén abrazados en público! —estaba histérico.—Supongo que la foto te la envío Carlota, ¿también te dijo, me apuntó con un arma en pleno centro comercial?, no, no creo que te lo haya dicho.—¿Cómo?—Así mismo como lo estás escuchando, la razón por la cual Bruce estuvo allí es porque se enteró de lo que Carlota hizo, me apuntó con un arma y con intenciones de herirme, y la única razón por la que no lo hizo fue porque estábamos en público. —Brent bajó la mirada y se sentó.—Carlota está loca.—Por supuesto que lo está. Mi hermana en serio necesita con urgencia de un médico que la atienda. —Sally volvió su vista a la laptop para seguir laborando en presencia de Brent.—¿Por qué Bruce se enteró y yo no?—
Era medio día y Brent, salió del ascensor para caminar por un largo pasillo y dar una visita inesperada. Anunció a la secretaria su llegada y ella se ocupó de informar que ya él se encontraba presente en la compañía, la mujer le cedió el permiso y lo acompañó hasta la oficina, al abrir la puerta, Bruce con sus brazos detrás de él, se volteó a verlo, tener en su compañía a Brent no era algo que sucedía siempre.—¿Le ofrezco algo de tomar? —preguntó cordialmente, Bruce era un hombre respetuoso, elegante y con una educación intachable, un hombre encantador y codiciado por sus afectos venerados hacia las mujeres, cuyas añoraban con ansias conquistar el corazón del CEO millonario.—No, mi visita aquí es porque quiero que te alejes de Sally, mi esposa y yo pretendemos formar una familia y no lo podremos lograr si tú sigues de por medio. —Bruce frunció su ceño sin comprenderlo, aun así decidió responder.—No sé por qué, dice que por mí no podrán lograr formar su familia si yo no me estoy
El fuerte sonido de la puerta ser cerrada, hizo que Sally sé centrarse en esa dirección, era Brent quien la había cerrado de ese modo para hacer notar su desconcierto con ella, por lo que sucedió en la oficina de Bruce. Ella, sabiendo su malhumor, optó por seguir centrada en desmaquillar su rostro e irse luego a dar una ducha para dormir y descansar.—Aun cuando me ignores, eso no cambiará el hecho de la humillación de hoy en frente de ese desgraciado —Ella se mantuvo de espalda a él sin responder a su comentario—. No fue justo lo de hoy, Sally. —liberó Sally un aire de fastidio.—Ya basta, te complicas la vida porque te da la gana. Olvídate de Bruce y lo de hoy, porque en serio créeme que para él, no eres más que un idiota sin importancia. No puedes pretender tener control sobre mi vida y lo que yo deba hacer y a quien ver, mis decisiones las tomo yo, Brent, y si digo que no quiero algo tú debes respetarlo, si digo que iré a alguna parte sin ti, tú debes respetarlo. Deja de seguir
Sally sentada frente a Brent, no dejó de verlo dormir profundamente luego de ayudarlo, anoche a subir a la habitación a dormir después de haber llorado frente a ella por un largo rato. Ver a Brent en ese estado la hizo sentirse mal, no era mujer de causar tanto daño en una persona, pero por más que le dolía verlo así no se iba a detener hasta acabar con ellos. En lo único que pensaba para seguir firme, era qué, lo que él está sufriendo no ha sido ni la cuarta parte de lo que ella sufrió. Brent al despertar, se sentó en la cama y se quedó centrado en Sally y ella en él, por unos segundos ella revivió viejos sentimientos por su esposo, incluso viajó en su mente al pasado cuando la relación de ambos era como sacado de un cuento de hadas. Sally no tenía explicación alguna de que había sucedido con él y porque razón permitió que Carlota lo envolviera a tal punto de llevarlo a planear tanta maldad en su contra, cuando conoció a Brent era un buen hombre, dulce y tierno con ella, tenía su lad
—¡No, esto no puede suceder! —Brent se separó de los labios de Carlota y la hizo bajarse de sus piernas con arrogancia. —Lárgate de mi vista y no vuelvas a hacer algo como esto. —Carlota gritó dentro del auto, histérica y golpeando como loca, todo lo que tenía a su alcance.—¡Eres un completo idiota, ella no te ama, Brent, no como te amo yo a ti! —parecía una niña malcriada.—Fuera de mi auto ahora, Carlota, la próxima no te lo voy a pedir, te voy a bajar yo mismo y no será de buena manera. Y algo más que te voy a sugerir, no intentes nada en contra de Sally, porque te juro que abriré la boca así tenga que pagar por mis actos. No te interpongas en nuestra relación, o de lo contrario seré yo quien te quite del medio. —la amenazó, ella se asombró ante la reacción de Brent hacia ella.—Eres un tonto si crees que por amenazarme todo quedará solucionado. Prometiste amarme el resto de nuestras vidas, prometiste siempre estar a mi lado, en las buenas y en las malas, y ahora mira donde quedar
—¿Qué hacía ella aquí, Bruce? —inquirió Sally con voz molesta. No fue de mucho agrado encontrarse a su hermana coqueteando él.—Vino a proponerme un trato, pretendía que yo te insistiera en hacerte olvidar de tu venganza y te llevara lejos conmigo para ella quedarse con Brent, como me negué a esa propuesta estúpida, quiso amedrentarme, y luego como no pudo ni siquiera con eso, usó su técnica de coqueteo, por suerte mis ojos solo se pueden posar en una sola mujer. —respondió con total naturalidad, igual no tenía nada que ocultarle a Sally.—Carlota ya no sabe ni que hacer para molestarme. Es capaz de todo con tal de verme, así como yo la quiero ver a ella, destruirla y sufriendo.—Insisto en la misma pregunta… ¿Qué esperas para denunciarlos a los dos? Ella planea volver en algún instante atentar en tu contra, Sally. Eso me lo dejó muy claro. Esa mujer no está dispuesta a renunciar a ese hombre, mi curiosidad es… ¿Qué tiene Brent de interesante si es un patán?—No pienso decir nada aún
Brent se despidió del doctor que se ocupó de atender a Sally, se llevó unas muestras para mandarlas a analizar y así saber qué es lo que está causándole fiebre y mareos.Por suerte, desde que la chequeó y le suministró un medicamento mejoró, ya no tiene más fiebre y se mantiene más animada.Brent volvió a la habitación para estar con ella, quien sigue recostada de cama viendo televisor muy cómodo, él se acostó a su lado y comenzó con hacerle suaves caricias en su cabello.Sally no podía negar que le gustó ese afecto por parte de él, no esperó que Brent le mostrara tanta atención en un momento de debilidad.—¿Cuándo estarán los resultados listos? —preguntó ella sin dejar de mirar el televisor.—En un par de horas él volverá con ellos para leerlos y recetarnos un medicamento en específico. —aclaró su duda.—Está bien. Gracias por haberlo traído a la casa, definitivamente que el medicamento que me suministró me ayudó mucho, ya no me siento tan mal. —dijo al momento de sonreír.—No lo men