—Akira, no juegues así conmigo, por favor. No es para nada gracioso —Akira se quedó confundido y en silencio, mirándome fijamente—Akira, ¿Cómo no puedes recordarme? —mi corazón se rompió en mil pedazos al ver su rostro confundido
No pude evitar estallar en llanto y salir de la habitación. Busqué al médico, casi sin poder hablarle—Dígame que no es cierto. ¿Cómo pudo olvidarse de mí? —le pregunté al doctorMi cuerpo estaba temblando ante tal situación. Mi pecho dolía y tenía un nudo en mi garganta—¿De qué habla, señorita? —el doctor no entendía lo que quiera decirle—Akira despertó, pero no me recuerda—seguir mencionando ese hecho, me hacía llorar más—Tengo que examina