***NARRA CAMILO***
Monterrey, Nuevo León
Mis días recluido en la cárcel, cada momento, me estaban pesando más y me amenazaban poco a poco con destruirme, me sentía muy mal y la noche de ese domingo, no podía dormir nada y lo peor que, no podía leer ni hacer otra cosa, pues apagaban las luces y sólo te quedaban dos opciones o dormir o no hacerlo, en mi caso tenía que intentarlo, pero al parecer Nick tampoco podía dormir.
–Camilo, ¿Estás despierto amigo? – Preguntó Nick, desde la litera de abajo – Sí es así, hablemos. No puedo conciliar el sueño.
Llevaba así varios días, pero no quería molestar a nadie con mi problema del sueño, pero al parecer estábamos en la misma sintonía, Nick y yo. Pero no debíamos hacer ruido, podrían venir los guardias y castigarnos, por no dejar dormir a los demás reclusos.
–Yo tampoco puedo y sí, estoy despierto – Le respondí – No me siento bien, Nick. Presiento, que el que hayan encontrado a Roxana, no nos servirá de mucho. Siento como si lleváramos toda la vi