Con el éxito del evento todavía fresco en sus mentes, Elena y Lucía comenzaron a explorar nuevas formas de colaborar y fusionar sus talentos. La idea de trabajar juntas en un proyecto que combinara arte y arquitectura había estado rondando en sus conversaciones, y ambas sentían que era el momento perfecto para llevarla a cabo.
Una mañana, mientras disfrutaban de un café en su balcón con vistas a Barcelona, Elena rompió el silencio con una idea emocionante. "Lucía, he estado pensando en algo. ¿Qué te parecería si colaboráramos en un proyecto de diseño urbano?"
Los ojos de Lucía se iluminaron con interés. "¿Un proyecto de diseño urbano? Suena increíble. ¿Qué tienes en mente?"
"Bueno, he estado trabajando en un proyecto para revitalizar una plaza en el barrio del Raval. Es un lugar con mucho potencial, pero necesita un toque especial. Pensé que podríamos integrar tus murales y arte en el diseño arquitectónico para crear un espacio vibrante y acogedor para la comunidad," explicó Elena con