Pasaron los días y llegó el cumpleaños de Aarón. Sus abuelos decoraron y prepararon una gran celebración en el club al que pertenecen. Todos estaban felices, sobretodo el pequeño Andrews, caminaba y bailaba en señal de felicidad por un año más de vida.
— Pensé que acompañaría al pequeño Aarón en este día tan especial para él. — Se acerca su madre y le brinda una taza de café.— No quise arruinar el día de Ada con mi presencia. Además no es lo prudente, no encajaría en ese lugar nunca.— ¿De verdad olvidaste a Carlos por completo?— Trato de sacar ese error de mi vida y seguir adelante. Creo que está funcionando, por que ya no duele, puedo tener una conversación muy normal con él. No sé si eso se llame olvidar, pero siento esa paz y tranquilidad que tanto he deseado durante mucho tiempo.— Sanar es muy saludable, tu rostro grita la tranquilidad que sientes. ¿Piensas que se debe a la relación que tienes con Jhon?— ¡Ay mami, John!