Alessandro que se encontraba de espaldas se dió la vuelta para ver a Salvatore, una sonrisa burlona surgió en sus labios y puso su mano en el hombro de su mano derecha.

_ Mi querido Salvatore, querer mantener retenida a mi gatita es como querer apresar al sol para que no salga cuando el alba comienza a despuntar; o sea imposible. Ella puede salir adonde le plazca pero no sola, estoy seguro que va a cooperar sin protestar ni un poco ya que sabe muy bien el peligro que corre.

_ Muy bien entonces voy a pedir que cada vez que desee salir preparen un coche _ Alessandro asintió _ eso es todo lo que tenía que preguntar, adiós señor Di Salvo.

Alessandro se fue a la parte linda del castillo una vez que miró como ponían en un contenedor lleno de ácido el cuerpo del hombre que se atrevió a querer matarlo. Entró a su habitación y miró como Pandora dormía tan profundamente, se acercó donde descansaba y pudo ver el tatuaje que tenía.

_ Gatita _ él acarició su mejilla _ ¿Qué tanto quieres morir para llevar ese tatuaje en esa zona? Me causa mucha curiosidad alguien tan sencillo como tú.

Alessandro se quedó dormido mientras veía a la fiera que dormía como si fuera un bebé. Pandora que descansaba plácidamente frunció el ceño y empezó a moverse de forma agitada, el hombre que descansaba a su lado se despertó en el momento que ella tomó la pistola que reposaba en su cintura y se levantó asustada.

_ Pandora _ él alzó sus manos con mucho cuidado _ ten calma, solamente era una pesadilla. Quiero que me des esa pistola, no vayas a hacer algo de lo que te arrepientas después.

Pandora en el momento que terminó de despertarse fue que permitió que Alessandro le quitará la pistola, una vez que él la tuviera asegurada se acercó a ella y la abrazó por inercia ya que se encontraba temblando.

_ Ven gatita, necesitas descansar _ él la llevó hasta la cama _ trata de no soñar porque eres igual de peligrosa estando dormida como despierta.

Pandora no dijo nada y simplemente se puso en posición fetal, empezó a pensar el por qué después de todos estos años el pasado regresaba a atormentarla. No quería recordar porque eso dolía más que cualquier otra cosa y ya no se permitía ser débil, no cuándo fue tan dañada por ser aquella mujer que había enterrado el mismo maldito día que hicieron semejante bajeza con su frágil ser.

Flashback

_ Ya se encuentra dada de alta señorita _ habló el doctor _ ¿Necesita algo más?

_ Quiero que me recomiende el mejor cirujano plástico, hay unas cosas que deseo hacerme para realmente poder comenzar de cero mi nueva vida.

_ Hay un excelente cirujano pero le digo que su agenda está bastante ocupada, lo más probable es que la pongan en espera por varios meses.

_ Deme su nombre y el consultorio en donde puedo encontrarlo, estoy segura que él me va a atender sin necesidad de esperar tanto tiempo.

Una vez que Alessia tuvo los datos del hombre se fue de dónde estaba y tomó camino a la clínica, al inicio se negaron a recibirla pero en el momento que miró la cantidad de efectivo que cargaba fue recibida al instante.

_ Deseo que me de un rostro y cuerpo nuevo, cambié absolutamente todo de mí y no haga una sola pregunta.

_ Lo que me pide es una cirugía demasiado costosa, no es fácil hacer a una persona y el proceso puede ser bastante doloroso.

_ Aquí  el dinero no es problema ya que tengo el capital suficiente para pagar el procedimiento y si hablamos de dolores pues le digo que ya soporté muchas cosas y pude sobrevivir.

Fueron muchas cirugías las que necesito Alessia. Una vez que ella estaba completamente recuperada se puso frente al espejo mientras observaba su nuevo cuerpo, era esbelta y con las medidas perfectas para llamar la atención de un hombre e incluso de mujeres.

_ Alessia a partir de hoy comienzas con tu nueva vida _ dijo el doctor _ realmente has sido el trabajo más grande que he hecho y la paciente más valiente que he tenido, nunca te quejaste ni un poco es algo de admirar.

_ Alessia murió, ahora soy Pandora y lo único que la última mencionada posee de aquella mujer son sus ojos que no pueden ser cambiados.

Fin del flashback

_ Así es _ susurró Pandora _ Alessia murió el día que la arrojaron como si fuera basura solo por esperar un bebé de un maldito bastardo.

_ ¿Qué tanto susurras, gatita? _ Alessandro la miró con esos ojos pícaros _ necesito saber el chisme completo.

_ ¡Realmente eres un dolor de ovarios! ¿Qué tanto haces en esta habitación? Por un demonio déjame tranquila.

_ Está es mi habitación _ él rió cínicamente _ ¿Qué quieres que haga?

_ ¡Qué te largues de una jodida vez o que me des otra habitación! 

_ ¿Dónde quieres que duerma? En el castillo no hay habitaciones disponibles así que no puedo irme a otro cuarto, la intrusa eres tú.

_ No pienso compartir la cama contigo, ni siquiera eres capaz de agradecer el hecho de que salve tu culo de un balazo y me encuentro seriamente herida.

_ Yo no te pedí que me salvarás _ él se rió divertido _ tú fuiste la que tomó la iniciativa de hacerlo y todo por valores morales absurdos.

_ No tienes idea como te detesto, sé que poco te importa pero tengo que transmitir mis sentimientos ya que si no lo hago me pondré de un humor de los mil demonios _ ella lo miró con tanta rabia que sus ojos verdes esmeralda se volvieron oscuros _ solo a un idiota como tú se le ocurre decir que no hay habitaciones disponibles, ¡Estoy en un puto castillo! Obviamente hay cuartos hasta para los fantasmas que vagan por estos rincones.

_ Qué salvaje me saliste gatita _ él la miró pícaramente _ no hay habitaciones disponibles y es mi última palabra, así que vas a tener que compartir la cama conmigo si o si.

_ Ni en tus mejores sueños _ ella mostró sus dientes _ antes prefiero dormir en el suelo que compartir la cama contigo.

_ Mis sábanas de seda no van a tocar el suelo, si quieres hacerlo es muy tu problema pero no pienso permitir tal pecado.

A Pandora muy poco le importó el hecho de que tenía que dormir en el suelo, no quería compartir la cama con ese descarado que solamente buscaba como meterse en sus bragas.

_ Perfecto, no puedo esperar mucho de ti _ ella fue a su maleta _ quédate con tus malditas sábanas de seda poco me importa.

Pandora simplemente se acostó en el suelo, Alessandro sabía muy bien que no iba a hacerla cambiar de parecer así que simplemente se fue a la cama con total naturalidad. En medio de la noche la pudo escuchar quejarse, al verla se encontraba sudorosa y se quejaba una y otra vez.

_ Por un demonio Alessandro, porque demonios tienes que tener un gramo de conciencia.

Alessandro se levantó de la cama y cargo a Pandora, él la puso en la cama y al tocar su frente sintió que estaba con fiebre así que le puso una inyección que el doctor le había preparado, la cambió ya que su ropa estaba mojada y luego regresó a dormir pero en el momento que caminaba pudo sentir que había pisado algo, un camafeo se encontraba en el sitio donde minutos antes estuvo la mujer que era una completa fiera, se agachó y lo recogió para después guardarlo en su bolsillo.

Al día siguiente que Pandora despertó se miró en la cama de Alessandro, se incorporó mientras se apoyaba de su codo y pudo ver al mafioso ver a través de la ventana.

_ ¿Qué hago en tu cama? _ ella se miró con otra ropa _ ¿Por qué estoy con estás prendas? No son las mismas con las que me acosté.

_ Ya lo sé, te tuve que cambiar ya que en la madrugada comenzaste a tener pesadillas y desgraciadamente tengo un gramo de conciencia que al parecer aplica solamente para ti.

_ ¿Te aprovechaste de mí? _ Pandora preguntó con rabia y temor _ ¡Deja de sonreír y contesta!

_ Gatita puede ser que sea un mafioso pero no significa que soy un violador, si voy a estar contigo es porque tú lo quieres y no porque te voy a forzar.

_ Ahora resulta que el mafioso es una persona decente _ dijo Pandora irónicamente _ vaya, quién diría que alguien que mata a personas a sangre fría es incapaz de tocar a una mujer que prácticamente le fue servida en bandeja de plata…

_ Soy consciente de que no soy un ángel pero dime una cosa, ¿Quién lo es? _ Alessandro apartó sus ojos de la ventana y los puso en Pandora _ Jesucristo dijo, el que esté libre de pecado que lance la primera piedra, estoy seguro que tú escondes más de lo que creo gatita, así que no vengas con clases de moral cuando tienes un rabo bien largo que te pisen.

Pandora se quedó callada, Alessandro simplemente se fue de dónde estaba y comenzó a ver unos asuntos pendientes que tenía. Ella pensaba en todo lo que había hecho en el pasado por Marck y lo tonta que había sido, pensar que él sería el hombre que la amaría de forma completa fue tan ingenuo por su parte que en su corazón no solamente existía el odio hacía dicha persona sino que también estaba tal sentimiento hacía sí misma.

_ ¿En dónde está? _ ella tocó su cuello _ ¿Dónde se encuentra mi camafeo? Lo tenía ayer en la noche, no puedo perderlo.

Ella comenzó a buscar el camafeo sin embargo no lo encontró en absoluto, salió de la habitación y caminó por el largo pasillo del castillo; los hombres de Alessandro se encontraban en una fila india mientras sus manos estaban unidas la una con la otra.