Ailén es una chica que desea salir del dominio de sus padres y hacerse una carrera, para de ese modo, tener la libertad que siempre ha querido. Cuando está a punto de alcanzarlo, su padre le presenta a Umar, un hombre de negocios que necesita cerrar un trato y el mejor modo es casándose con la hija de su futuro socio o por lo menos eso es lo que él hace creer a todos. Muchos secretos están a punto de salir a la luz, dejando varias vidas en juego. Él se enamorara de su objetivo. Un amor imposible está a punto de surgir entre tanto Engaño.
Leer másCapítulo 1
Escucho mi teléfono zona, es la alarma que he colocado, anoche me acosté tarde terminando unos deberes, es mi último año y deseo entrar a la universidad con el mejor promedio. No es algo que a mi padre le agrade y la verdad es que es algo que no comprendo muy bien, cualquier otro padre se sentiría orgulloso de mis calificaciones y metas, pero él no.
Me visto y peino cuidadosamente mi cabello, recogiéndolo en un moño alto dejando unos mechones sueltos que ondulo con la piza caliente, una vez quedo satisfecha con lo que veo en el espejo, me coloco algo de polvo, rímel en mis pestañas y un brillo en mis labios, por ultimo un poco de perfume.
Salgo de la habitación sintiendo todo en silencio, mis hermanos y padres al parecer no se han despertado. Dejo mi mochila en el mueble y me dirijo a la cocina, desde aquí puedo oler las tostadas y el chocolate.
—Buenos días señorita —me saluda la cocinera, su nombre es Belkis, es uno de las personas con quien mejor me llevo— siéntese ya le sirvo su desayuno.
Saco uno de los bancos altos que está en el mesón recibiendo una mala mirada de Belkis.
—No me veas así, mis padres aun duermen y como siempre comeré rápido y me iré —muevo rápido mis pestañas para convencerla de que me deje comer en la cocina.
—No tiente al diablo señorita, ya falta poco para que vaya a la universidad y se aleje de aquí, no haga que eso se vaya a la basura —me aconseja dejándome las tostadas con queso frente a mi y una taza caliente de chocolate.
—Lo sé, ya quiero que estos meses pasen rápido, estoy ansiosa y emocionada porque ese día llegue —le cuento emocionada, solo espero que esto no sea un sueño del que me despiertan de pronto.
Desayuno rápido al ver a Belkis viendo hacia las escaleras cada dos minutos, es que mi padre siempre nos dice que nosotros somos personas de clase y no debemos comer en ciertos lugares porque se ve mal o hablar con algunas personas por que mancha nuestra reputación y cosas tan absurdas como esas.
Lo cierto es que, la última vez que me consiguió aquí, me dio una fuerte bofetada que caí desmallada en el suelo, necesite de cinco días de reposo, los ligamentos del cuello se vieron afectados, además de mi audición del lado derecho.
Agarro mi mochila y salgo de la casa despidiéndome de Jorge, nuestro mayordomo, el cual me insiste en que espere a preparar uno de los carros para llevarme, declino su oferta. Me encanta caminar al instituto, aunque me queda un poco retirado, es un tiempo que me gusta disfrutar porque es solo mío.
Continuo mi camino al instituto y veo a una pareja llevando a su hijo a la escuela, después me pasan por un lado un par de viejitos tomados de las manos charlando muy animados, más adelante sale de un carro una chica de unos veinte años, se le ve molesta y más atrás un chico que me imagino es su novio, la toma por el brazo y la atrae hacia él le da un beso en su mejilla y ella le sonríe... ¿Por qué mi vida no puede ser así de sencilla?
Llego al instituto y todavía faltan unos cuantos minutos para empezar la primera clase, saco uno de mis libros favoritos y empiezo a leerlo. Siento que me tiran algo al ver hacia abajo veo una hoja arrugada, la recojo y al ver a mi alrededor veo a un chico sentado en la mesa diagonal a la mía, desdoblo la hoja y me encuentro con un mensaje:
Hola ¿Cómo te llamas?
Volteo a ver otra vez al chico y él me sonríe, es extraño primera vez que lo veo, pienso por un momento si debo o no responderle, a la final me decido responderle de todos modos se va a enterar. Me giro hacia él respondiendo a su pregunta.
—Ailén y ¿tu? —extiendo mi mano hacia él.
—Andrew ¿Por qué eres tan tímida? —estrecha su mano con la mia y se estira en su puesto cruzándose de brazos.
—¿Por qué lo dices? —pregunto sin comprender por qué lo dice.
—Estuve llamándote y no respondías... soy nuevo por aquí ¿podrías enseñarme un poco el lugar? —tiene esa sonrisa de medio lado que a las chicas les suele derretir el corazón, me guiña su ojo derecho esperando mi respuesta.
—El instituto te asigna a una persona para que te muestre el lugar —le informo negándome.
No suelo ser el tipo de chica que los muchachos buscan para este tipo de cosas, soy más bien, el tipo de chica que los hombres no suelen voltear a mirar, no porque sea fea ni nada, es solo que las cosas con mi familia son difíciles y el porte de papá es lo suficientemente intimidante para que los chicos se mantengan al margen.
—No me refiero al instituto sino a la ciudad... ¿podrías? —vuelve a insistir. Pasa su mano derecha por su cabello desordenándolo un poco.
Es moreno, de cabello oscuro y ojos color miel, parece que hace mucho ejercicio pues se nota que tiene los músculos bien formados. Se levanta y rodea la mesa que tenía frente a él y se inclina un poco hacia mi, haciéndome retroceder, no respeta mi espacio personal haciéndome sentir un poco nerviosa.
—Lo siento estoy muy ocupada —le doy la espalda, recojo mis cosas y cuando me voy a levantar me detiene agarrando mi brazo izquierdo.
—No muerdo y tampoco se me da el de secuestrar, a menos que tú quieras claro está —pasa su mirada por mi cuerpo con todo el descaro del mundo. Sus ojos se oscureces provocando un leve temblor en mi cuerpo
Empiezan a entrar el resto de los alumnos del curso en manadas al final entra la profesora, él me suelta y regresa a su puesto, me siento al otro extremo del aula buscando estar lo más lejos de él. La clase empieza y no logro concentrarme, siento su mirada. Un par de veces voltee y allí estaba él mirándome de una manera muy extraña, analizándome a cada instante y eso me ponía nerviosa, ya quería que la clase acabara rápido.
Cuando al fin la clase llega a su fin, recojo mis cosas lo más rápido que puedo y salgo de allí casi que corriendo, me voy hacia uno de los jardines que tiene el instituto y me siento en el banco que está más alejado, la siguiente clase es una de las que me complican la existencia, así que necesito despejar mi cabeza de tantas inquietudes.
Saco nuevamente mi libro y siento que alguien se ubica a mi lado, es Andrew, lo observo un instante, lleva unos lentes oscuros, él también me ve y sonríe, trato de ignorarlo y concentrarme en mi libro pero sus planes son diferentes, coloca una hoja sobre mi libro impidiéndome leer.
—¡Hola! —dice la molesta nota sobre mi libro.
—¿No tienes otra cosa que hacer? —me giro molesta hacia él.
—No, ¿Por qué me tienes tanto miedo? Honestamente me causas curiosidad, eres muy diferente a las demás chicas que he conocido —me dice con una sonrisa en sus labios, sin tanta intensidad en su mirada.
—Pues lamento decepcionarlo, si quieres un tour por la ciudad o la escuela pídeselo a otro, soy una persona muy ocupada y no tengo tiempo para ser el pasatiempo de un imbécil como tú, así que déjame en paz. —Respiro profundo, nunca me pongo de esta manera así que intento tranquilizarme— además, me gusta estar sola, te agradezco que te retires y dejes de perseguirme.
—¿Me estas corriendo? —pregunta incrédulo, al parecer nunca lo habían rechazado.
—si —respondo con simpleza lo obvio.
—Lo siento pero tengo el mismo derecho que tú de estar aquí —se acomoda en el banco recostándose del árbol que está detrás de él.
—¡Que infantil eres! —me quejo furiosa.
Agarro mis cosas y me voy, ya me está haciendo perder mi autocontrol. Me dirijo al salón, me tocara esperar aquí hasta que empiece la clase, faltan unos quince minutos. Me siento en la misma mesa de siempre e intento leer mi libro nuevamente, sumergiéndome en la trama hasta olvidar por completo en donde estoy.
Al fin logre terminar el capítulo, entre tantas cosas ni un capitulo puedo leer en paz. Al levantar la mirada ¿a que no saben a quién me encontré a poca distancia? Andrew... ¡hasta cuando! Se levanta de su asiento y se dirige hacia mí, volteo la mirada a la ventana y me entretengo viendo a través de ella, como caen las hojas de los árboles y justo en el momento que se sienta a mi lado el profesor y los alumnos que faltaban entran al salón.
¡Esto debe ser una broma de mal gusto!
¡Ya, al fin! mi última clase ha terminado y antes de que Andrew quiera seguirme, recojo mis cosas y salgo del instituto a paso rápido, cuando voy llegando a la salida volteo para asegurarme de que no me sigue, pero para mí mala suerte siento chocar con alguien y todo lo que tenía en mis manos lo dejo caer, cierro los ojos pero a pocos centímetros del suelo me sostienen evitando mi caída.
—Deberías ver al frente cuando caminas— dice en mi oído el hombre que me tiene sujeta entre sus brazos.
Abro mis ojos de apoco, encontrándome a un hombre de unos veintiséis años aproximadamente, cabello negro peinado hacia atrás, ojos negros de mirada intensa, nariz perfilada, sus labios gruesos, es un adonis en todo su esplendor, trago grueso separándome de él, siento mis piernas de gelatina.
¡Bendito día el de hoy! Debo estar soñando.
Veo todas mis cosas en el suelo esparcidas, me agacho para recoger mis cosas, él me imita ayudándome y ofrece su mano para que pueda levantarme una vez tengo todo en mi mochila, me regala una sonrisa pero su mirada me atrapa, tiene apariencia de empresario, debe ser algún ejecutivo va de traje negro. Además de que hay dos hombres cerca de nosotros, supongo que son para reguardar su seguridad.
—Gracias— logro decir, me doy media vuelta y emprendo mi recorrido a casa.
Antes de doblar la esquina volteo y esta el chico entrando a su BMW, su mirada se conecta a la mía pero lo que me trasmite no me agrada para nada. Esa conexión inicial que alboroto mis hormonas es remplazada por una completamente diferente.
Epílogo3 años despuésEstoy llegando a la agencia para reportarme después de haber estado en una misión junto a Laura, mi compañera. Apenas entramos al pasillo principal, escuchó un gran alboroto, no entiendo muy bien qué está sucediendo en este momento, estoy tan cansada y tengo tanto sueño que no le presto ni la más mínima atención.Nos detenemos frente a la oficina de Ricardo, que es nuestro jefe directo, para reportarnos. Tocó un par de veces, pero no responde, algo que me parece extraño él siempre es puntual y las veces que ha faltado él me notifica para que me vaya directo a casa.—Ailén amiga mía, supongo que debes estar ansiosa por volver a verlo —kleiber pasa su brazo por mis hombros acercándome a él con una sonrisa de oreja a oreja.—¿Por volver a ver a quién? —me quedo viendo con cara de pocos amigos— quítame tu brazo de encima, estoy cansada y de muy mal humor, anoche no dormimos nada.—¡Qué mal genio! Es Evan, los gemelos han regresado al fin —me explica sosteniéndome po
Capítulo 49AilénSeis meses han pasado desde que, puedo decir, que mi nueva vida comenzó, casi todo está resuelto, y digo casi porque esta mañana me he enterado que los gemelos se van a una misión al extranjero. Por primera vez desde que comencé mis clases, llego tarde a mis clases, intentando persuadir a mi papá y a mi hermano de que enviará a otras personas, no quiero tener que estar separada de él pero nada de lo que dije fue suficiente para que cambiaran de opinión.Por otra parte, puedo decirles que ya soy mayor de edad y hoy es mi último día de clase, la próxima semana será la graduación y al día siguiente entraré a la agencia para iniciar mi entrenamiento. Todo coincidio de ese modo, ni siquiera puedo tomarme unas pequeñas vacaciones.Marisol, además de ser mi tutora aquí en la escuela, hemos tenido días en que me ha dado entrenamiento preparándome para lo que me viene, de esto nadie lo sabe, hemos tomado todas las precauciones necesarias para que nadie se entere, ya que ambas
Capítulo 48 Ailén El ambiente se torna un tanto tenso después que Evan da su opinión sobre mi decisión, no pensé que Evan tuviera tanta influencia en mi familia, ya que al dar su opinión al respecto el semblante de mi hermano cambió al igual que el de papá. Mamá no le cayó de sorpresa, ya que en nuestra conversación de hace unos días medio mencione sobre estudiar derecho y apoyar de alguna manera la Agencia, ella no lo tomó para nada mal, mas bien le gustó la idea. —No puedo ocultar que lo que me estás pidiendo me cae de sorpresa, con todo lo que has pasado, imagine qué escogerías una carrera totalmente opuesta a esto, e incluso en un momento llegué a pensar en que te alejarías de nosotros. Me gustaría más bien que pensarás en otra cosa, cómo estudiar educación, artes, medicina, ya que si lo que quieres es estar cerca de la agencia, no necesariamente debes ser agente, en la institución también necesitamos abogados, médicos… —me comenta intentando buscar un punto medio entre Evan y
Capítulo 47EvanLa explosion es tan fuerte que me quedo en el sitio sin poder moverme, sólo escuchó que Iván grita mi nombre y luego me hace caer al suelo, él se queda sobre mí protegiéndome. Unos minutos después, nos ponemos de pie, le doy la espalda al lugar donde estaba Ailén, no puedo ni siquiera girarme, el pánico me ha dejado en el lugar.Siento unos brazos rodeando mi cintura, haciendo que mi corazón vuelva a latir con normalidad, me giro y la tengo a ella pegada a mi cuerpo, la beso sin importarme nada más, no puedo creer que esté viva y la tengo entre mis brazos.—Logró quitármela justo a tiempo, estoy bien, estoy viva —me dice sosteniendo mi cara.—Entre en pánico, pensé que tú habías muerto —confieso aun sin poder creer que estoy hablando con ella.Veo a Ivan alejarse, dándonos espacio, confío que él se encargará de todo, de lo único que quiero ocuparme en este momento es en ella, saberla bien y a salvo. Patrullas y ambulancias llegan al lugar, un poco después llega Stefan
Capítulo 46EvanMe rehúso a creer que simplemente se queden de brazos cruzados, tanto la Interpol y el FBI deben comprender que las cosas están saliendo de nuestras manos y debemos buscar la manera de salvarla a ella, no simplemente decir que es un sacrificio justo, ella no debe morir por culpa de otros.Por primera vez en diez años de trabajo voy a pasar por encima de mis superiores y convocaré una reunión de emergencia para acabar con esto de una buena vez por todas.Iván viene conmigo siguiéndome los pasos muy de cerca, aunque creo que en este momento ni siquiera él podrá controlarme.Apenas entramos a la agencia le pido a los chicos que me contacten con el jefe de la Interpol, del FBI e incluso con la CIA, mientras que me voy a la sala principal de reuniones a esperar la conexión.—¿Estás seguro de hacer esto? te estás metiendo en la boca del lobo, no son simples soldados que mandas al frente de una batalla, ellos son los jefes de mayor rango —Iván se pone frente a mí viéndome de
Capítulo 45EvanEl equipo de la policía y del FBI han desplegado a su escuadrón para hacer un nuevo intento de atrapar a Antonio.Ricardo se va a reunir con Alex para saber si él tiene alguna información que nos pueda ser útil en este momento, mientras tanto, lo único que podemos hacer es estar atentos ante cualquier llamado que nos hagan.Me quito los auriculares y me siento en el asiento de copiloto a descansar un poco. Esta noche será larga. Iván se acerca a donde estoy, notandolo un poco preocupado.—Debemos ir inmediatamente a la casa del jefe —me suelta Iván apenas llega a mi lado.—¿Qué hizo Ailen ahora? —hago la pregunta exasperado, no puedo creer que ella no sepa mantenerse al margen.—Ella no hizo nada, fue secuestrada —me suelta subiendo al carro.No puedo creer lo que me está diciendo, al principio pienso que me está tomando el pelo pero al ver que mantienen la seriedad y que incluso me apremia para que prenda el carro y me dirija hasta allá, me doy cuenta que no es una
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