Capítulo 48

Damon

Me encontraba solo en la penumbra de mi sala analizando todo lo que había sucedido con Rebeca, pero cuando la vi bajar con aquella bata de baño puesto, todo tipo de pensamientos se esfumó de mi cabeza. Solamente quería saltar sobre ella como un tigre hambriento y devorarla hasta que no quedara absolutamente nada para el resto.

Si bien no imaginé que la noche iba a terminar tan bien por el hecho de que luego de la interrupción hace como dos horas, creí que ella se iría a dormir y me evitaría de nuevo por lo que había pasado. Así que contra todo pronóstico ya había perdido las esperanzas de ir a buscarla y es que lo estaba haciendo todo mal. Rebeca no es como esas mujeres con las que me acostaba que con unas simples palabras o una ligera caricia se derretían a mi paso.

Para que negar que Rebeca tenía un aura especial en su ser y no sé si son sus ojos de colores esmeralda o ese carácter dominante que tiene que tanto me excita. Sin embargo, toda ella es una obra de arte