Capítulo 58

Rebeca

Desde que Damon se fue mis padres no paraban de decirme lo preocupado que ha estado él por mí desde que me encantó inconveniente y sé que ellos dicen la verdad porque cuando desperté lo comprobé con mis propios ojos. Además, hoy que casi pude haber muerto por esa aparatosa caída, me jure a mi misma que le diría la verdad a Damon pasara lo que pasara.

No podía seguir callando este amor que tengo atorado en el pecho y él tenía derecho a saberlo.

Cuando hubieron pasado tres horas desde que este se fue, ya había caído la noche cuando lo vi entrar en la habitación con un enorme ramo de rosas rojas. Hay que ver que no ha dejado su obsesión por ese color y yo lo recibo gustosa porque de verdad lo extrañe.

– Hola - dice dejando un beso en mis labios – Te traje esto para sacarte una sonrisa.

– Están preciosas, gracias – digo tomándolas en mis manos y aspirando su rico aroma.

– Hay que ver que detalle más lindo, si quieres te las pongo en agua cariño – dice mi madre con una