Mundo de ficçãoIniciar sessãoInés, nombre que Eleonora adoraba y de la única forma que se refería a Matilda. A Mariano le daba cierta calidez saber que a su madre le agradaba Matilda como a una hija más.
No escuchaba lo que su madre estaba diciendo, se concentró en la forma como ambas mujeres delante suyo eran lo más importante en su vida. La manera como interactuaban entre ellas, el afecto innegable y la complicidad que tenían.
Mariano dejó escapar un suspiro con una cara medio boba, Eleonora lo nota y dice en modo regaño, “¿no me digas que no has escuchado nada de lo que he dicho?”
Matilda a su lado suelta una pequeña risita, “seguro estaba pensando la manera como regañarnos en caso encuentre algo ‘mal’ con el lugar…”
Eleonora se acerca a Mariano y le da un abrazo, “no me he equivocado antes, no creo que lo sea ahora…”
Matilda no quería interrumpir el momento entre ellos, por lo que decidió que era momento de bajar al huerto en busca de lo que iba a utilizar, les da su espac







