GAEL
No bajes la mirada.
.
.
.
Podía sentir como una vena resaltaba en mi garganta gracias a la presión que estaba ejerciendo para no moverme de mi sitio.
Me encontraba estático. Era la primera vez que no sabía qué hacer. Mantenía la mirada fija en la de ella, aguantando la tentación de no ver hacia abajo.
Frankie estaba de pie frente a mí, solo con su ropa interior puesta y yo me preguntaba como carajos estaba aguantando tanto para no habérsela arrancado y poseerla ahora mismo. Un pequeño rubor se adueñó de sus mejillas al notar mi estado de embobamiento.
No bajes la mirada —me repetí.
¡Con un demonio! ¿Quién iba a soportar tanto no ver ese escultural cuerpo que ahora tenía en frente?
Me encontraba observándola; mi mirada se desplazó lentamente po