Capítulo 87 ¡Es mi hija!
—Disculpe de que quiere hablar conmigo ¡No creo conocerlo!
—Es un asunto personal y le aseguro que nos interesa muchísimo a ambos, se trata de Melissa
— ¿Melissa? ¡No entiendo!, la expresión de Matteo fue de absoluta confusión e incomprensión.
—Hay algo muy delicado que tenemos que hablar, si pudiera ser en su casa sería lo más recomendable.
A Matteo no le gustó para nada la mención de Melissa y el tono urgente y grave de este hombre al enfatizar la importancia del tema y la necesidad de hablar en privado. Lo pensó un momento, luego se decidió.
—Pásele el teléfono a mi asistente, por favor. Esperó un momento y escuchó la voz de Santiago.
—Dígame señor
—Revisaste sus antecedentes y credenciales.
— ¡Lo hice, señor!
— ¡Tráelo hasta aquí! ¡Los espero!
— ¡Vamos saliendo!
Una hora después, Santiago entró al despacho de Matteo y le informo:
— Señor D Ángelo, el señor Salomón está aquí.
— ¡Por favor! Hazlo pasar.
Matteo estaba verdaderamente intrigado. ¿Qué podía ten