Mikaela tomó un taxi desde el aeropuerto,no avisó de su llegada,tocó el timbre de la mansión de los Bustamante,había pasado mucho tiempo desde la última vez que estuvo allí.
Volvió a tocar el timbre en vista de que nadie acudía a abrir la puerta,estaba estresada por el viaje y el niño lloraba de hambre ya era hora de su comida,Clemencia abrió la puerta y al verla se quedó impactada.
—Señorita Mikaela,ha regresado.
—Cambia esa cara, Clemencia.Más bien lleva mis maletas a la habitación de Eduardo y le haces una papilla de manzana a Mathias y prepárate el jacuzzi con esencias de rosas.-Entró a la residencia y se sentó en la sala.
Clemencia se encogió de hombros y subió a la habitación de Eduardo dónde estaban Isabella y Victor,mirando al joven mientras dormía.
El ama de llaves entró en la habitación,su expresión era de desconcierto y Victor se percató.
-¿Has visto un fantasma mujer?-.Masculló con expresión apacible.
-No señor.Peor que eso,la señorita Mikaela está en la sala y eso no es