Aurora hizo su entrada a la fiesta apoyada en el brazo de su hermano, exudando una confianza que casi se podía tocar.
Su vestido de seda verde esmeralda acariciaba el suelo, y cada paso estaba perfectamente medido, reflejando la gracia y elegancia que ella sabía manejar tan bien, mientras sus ojos, se deslizaban de un duque a otro, lanzando miradas coquetas que prometían mucho.
No obstante, cada duque estaba acompañado de su duquesa, y lamentaba por qué únicamente Maxwell era su opción, y con el odio que sabía que este le tenía era difícil reconquistarlo.
«Me siento una estúpida, estoy sufriendo por