__ Sí, lo sé. Pero esta es una oportunidad única. - dijo Geovanny cuando su madre se logró comunicar con su hijo, pues tenía meses de haberse ido de la ciudad. Luego de un altercado que esté tachó de accidental.
__ ¿Cuando volverás? - le preguntó Silvia esperanzada en que fuera pronto.
__ No lo sé, el trabajo es bueno, la paga genial. Nunca encontraría algo así en Manhattan. - alegó el hombre al otro lado de la línea. - Pero veré si puedo, aunque no creo poder contactarme con mi jefe, nadie lo ha hecho y dudo que nos atienda. Dicen que es alguien que pocas veces se deja ver.
Sara iba pasando por el despacho, escuchando la voz de su ex compañero al instante.
__ Cuando logre comunicarme con nuestro jefe, tal vez podré pedir unos días. - la llamada se comenzó a caer y lo único que pudieron hacer fue despedirse de forma rápida prometiendo que se verían.
Encontró a Adrián en el camino y le preguntó sobre en qué trabajaba.
__ En Alaska hay un grupo muy importante de trabajadores dedicado