Capitulo 53. La venganza de la mujer misteriosa I. Desde hacía unos años, todos conocían la historia de Alam, el hombre que había perdido a su compañera. La noticia no solo había recorrido la Manada, sino que también el pueblo era conocedor de que el jefe de la fábrica y el Alfa de una manada para nada despreciable, estaba solo y con una hija pequeña a su cargo. Eso era como oro líquido para cualquier cazafortunas ya fuese loba o por el contrario humana y si a eso le sumábamos el gran atractivo y misterio que irradiaba Alam, eran el cóctel perfecto para que cualquier mujer quisiera ocupar el lugar de su amada Abi. Como un río que se desborda, no eran pocas las mujeres que anhelaban llenar el vacío que su compañera había dejado. Sin embargo, Alam siempre las rechazaba, con una mirada fría pero respetuosa, que dejaba claro que su corazón no volvería a amar de nuevo. Al menos hasta que su amada tuviese la edad suficiente para volver a su lado. Un día, una mujer de apariencia enigmá
Capitulo 54. La venganza de la mujer misteriosa II. Irina estaba sentada en el salón de su recién adquirida casa, le hubiese gustado comprarse algo más ostentoso pero con el poco dinero que disponía no podía permitirse pagar más. Se había marcado de Hungría a toda prisa, cuando ese maldito Alfa había descubierto que no se trataba de su alma gemela,"maldita bruja" pensó en voz alta. Había pagado una gran suma de dinero y para qué? Para que ese estúpido hechizo sólo durase dos años. Parada en la terminal del aeropuerto de Budapest-Ferenc Liszt, miraba con inquietud cuál sería su nuevo destino. Descarto de inmediato Rusia, Alemania e Italia. Allí no podía regresar de ninguna de las maneras. Pensó en España siempre le habían gustado los climas cálidos. Pero un golpe del destino la hizo cambiar de idea. Un vuelo con destino a Alaska tenía varias plazas libres en primera clase y a coste reducido. Pensó que esa era su señal. Quizás debía de dejar Europa y empezar de nuevo América.
Capitulo 55. El regreso de Aiden. —¿Ruby pasa algo? —pregunto Alam desde la puerta de la casa. Ruby había llegado demasiado pronto, apenas si había dormido en toda la noche, y aunque disponía de una llave no quiso esperar al Alfa en el interior de la casa por lo que esperó a que el volviese. —He descubierto algo, pero aquí puede haber muchos oídos —respondió Ruby mirando a todos lados. Alam subió los tres escalones del porche y abrió la cerradura de la puerta principal. Pasó hasta la cocina y se sirvió una taza de café, sin preguntar si quiera sirvió otra a Ruby. Aunque él no lo reconociera ella se había vuelto parte de su familia. La invitó a sentarse en el sofá y le pidió que le contase lo que le estaba atormentando. Ruby le contó como los hombres de la taberna hablaban pestes de él, ya no lo respetaban y dudaban de su capacidad de liderazgo. Y así siguió con un montón de improperios y cosas desagradables. Alam doy un sorbo al café y se levantó del sofá. En otro tiempo
Capitulo 56. El castigo de Irina Aiden había tomado una decisión nada más ver a Irina. No sería castigada al menos no de la forma convencional. Tenía totalmente claro que sé la llevaría a su cama o más bien a su zona de juegos. Su lobo había dejado de hablarle pero a él poco o nada le importaba ahora. Lo único que quería era follar con esa perra. Hacía tan solo unas horas que había descubierto que su alma gemela se encontraba en ese pueblucho de mala muerte. Bien sabia la diosa que el solo había acudido a ese pueblo para regodearse en la desgracia de su querido primo. Y por qué no quitarle su manada si llegaba el caso. Era cierto que Alam nunca le había hecho nada, pero aún así no podía sentir otra cosa que no fuese envidia y rencor hacia él. Ahora que sabía que su compañera se encontraba allí tenía que alejarse lo antes posible. Por nada del mundo una simple pueblerina iba a arruinar todos sus planes. Cuando su lobo la olió él le dijo que ni lo pensara. Pero cuando acusa
Capitulo 57. La decisión de Aiden. Temprano en la mañana dos guardias sacaban de la casa lo poco que quedaba de Irina. Aiden había reprimido durante mucho tiempo los deseos oscuros que a menudo rondaban por su mente. Llevaba años sin hacer este tipo de cosas, o al menos sin matar a nadie por sus pervertidos deseos. Cuando era más joven sus padres lo llevaron a un especialista, bueno más bien a un brujo pero a él nunca le gusto esa palabra. El señor en cuestión les dijo que cuando encontrase a su compañera esos deseos sádicos desaparecieran por si solos. Pero al encontrarla se desató su irá y su lado oscuro decidió salir. Nunca pensó en encontrarla y menos en lugar así, no necesitaba una compañera eso le hacía sentir débil y frágil. Lo tenía todo, el poder que tanto había soñado, dinero y mujeres a su antojo, ¿por qué tenía que aparecer ahora su compañera? Pensó en buscarla y rechazarla pero eso lo debilitaría al menos por un tiempo, otros podrían aprovecharse y acabar con él.
Capitulo 1. ViajeGuardo los últimos libros que hay sobre mi cama y cierro la caja. Miró mi habitación y ahora solo puedo ver las paredes en blanco, apenas si queda la cama y pronto subirán los chicos de la mudanza a por ella.Toda mi vida me la llevo guardada en las cajas. No me siento triste, tampoco alegre. No es como si yo hubiese podido decidir algo sobre este viaje. Mi madre ya lo ha hecho por las dos, es un buen trabajo y muy bien remunerado. No tengo padre, mi madre se quedo embarazada muy joven y el no quiso hacerse responsable. No duele lo que nunca has tenido, sería peor haberlo tenido en mi vida y que hubiera desaparecido después, así que supongo que esto es adaptarse a las circunstancias.He vivido toda mi vida en los Ángeles, supongo que ahora echaré de menos el tráfico y el gentío. Ya que nos mudamos a un pequeño pueblo de Alaska.Lo peor de todo será el horrible frío por el que tendré que pasar allí, acostumbrada a este clima cálido siento que moriré congelada en es
Capitulo 2. Yami.Llevamos dos días aquí y para qué negarlo me siento fuera de lugar. En Los Ángeles nadie me miraba y aquí todo el mundo se fija en mí. Creo saber el porqué de tal atención. Aquí casi todos son morenos de piel bronceada y ojos oscuros. En cambio yo soy pelirroja de piel blanca como la nieve y ojos verdes. Así que supongo que les resultó extraña. Vaya y yo que quería pasar desapercibida. "Sólo unos meses más" me recuerdo a mí misma y después me iré a la universidad. Y como para no variar mi primer día de clase llego. Si no es bastante frustrante que ya todo el mundo se te quede mirando ahora le añades al pack que eres la chica nueva. Creí que tendría que desplazarme hasta otra localidad para poder estudiar pero me equivocaba ya que aquí hay un pequeño instituto. Cojo mi horario de clases y voy hasta la primera de ellas, buscó la última fila y allí me quedo sentada. Una chica se acerca hasta mí y me pregunta si el asiento de al lado está ocupado. Yo niego con la
Capitulo 3. Recolección.Vuelvo a casa y veo como esos dos se están comiendo a besos. Toso para que noten mi presencia, ellos al escucharme se separan con la respiración acelerada.De verdad que no es necesario que se coman vivos delante de mi persona.—¿Qué tal tu día? Pregunta mi madre sin soltar la mano de Kevin—Bien, he hecho una amiga, se llama Yami pero creo que no está muy bien de la cabeza me ha contado algo de la "recolección" y de unos lobos que bajan a por las jovencitas cada diez años... ¿No te parece gracioso mamá?Mi madre mira a Kevin con seriedad, no entiendo por qué no se rien. Si es algo que resulta gracioso, como unos lobos van a bajar de la montaña y se van a llevar a un grupo de jovencitas. —Bueno no te preocupes esas tradiciones a ti no te afectan, ¡verdad Kevin!No me puedo creer que mi madre se lo esté creyendo, de verdad que estar enamorada te destruye las neuronas. —Sois oficialmente residentes en Ketchikan por lo que ella también es parte de la comunidad