Capitulo 28. Un golpe de suerte
Capitulo 28.
Escucho como los ruidos del baño apenas son audibles.
Miro mi mano y no veo otra solución. Aunque me las disloque o me la rompa la voy a sacar de ahí.
Lo peor de todo esto no es el dolor es la sensación de que aunque lo consiga el me atrapara.
Doy un ultimo tirón y mi mano consigue salir de esa maldita argolla ¿pero a qué precio?
Tengo la mano llena de sangre y estoy segura de que más de un hueso también está roto.
Escucho como la puerta se abre, es ahora o nunca salgo hasta la calle, por llamarlo de alguna manera.
Me meto detrás de un árbol y estiro de la cadena todo lo que puedo, tengo bastante cadena a mi alrededor.
Pero eso parece durar poco porque él desde el interior de la casa comienza a tirar.
Una idea descabellada pasa por mi mente, tengo que intentarlo.
Me levanto del suelo y comienzo a girar sobre el tronco del árbol.
El sol está comenzando a salir. Escucho un grito de dolor. Me asomo para ver lo que sucede, no importa si me ve él ya sabe donde e