Marie Johnson
La reunión de anoche fue muy intensa y mi padre intentó humillarme más pero Adrián no se lo permitió.
Maldita impotencia.
Y hablando de Adrián... está algo distante y extraño, solo me habla para lo necesario y más nada. En unos 15 minutos nos vamos a una cena y él se ha encerrado a vestirse en la habitación. Yo ya estoy lista y llamé a mi madre para saber de ellas.
Unos minutos después sale vestido y me sonríe.
Mínimo tendrá el periodo.
Bipolar.
Me levanto y lo sigo hasta la salida. Caminamos hasta el ascensor sin decir una maldita palabra. Cuando salimos coloca su mano en mi espalda baja y me guía hasta un taxi que nos espera.
En el camino tampoco dijo nada y yo menos. Llegamos a una tremenda casa, creo que la palabra tremenda es corta delante de semejante mansión. Toca el timbre y un portón se