Volvimos al hotel casi a las cuatro de la mañana, estamos cansados, adoloridos, pero no vencidos.
Entramos al cuarto y Leonard se lanza como un saco de papas sobre la cama...
-Estoy muerto y adolorido - hace una mueca de dolor, se nota que se lastimó cuando cayó de esa manera en la cama.
Mientras dejo las cosas en la mesa que hay a un lado del cuarto.
-¿Para qué te lanzas de esa manera a la cama? - pregunto con los brazos cruzados y el ceño fruncido.
-No te enojes - sonríe - tan sólo necesitaba hacerlo...
-... ¿Y tú espalda? , acuérdate que esa cosa, te arrastró por el piso, estás muy lastimado.
-Lo sé, mi vida... Disculpa- responde desde la cama mirándome como perrito regañado.
-Bueno, pongámonos ... - saco el libro, mi lápiz y otros libros de actividad paranormal - a trabajar.
-Son las cuatro de la mañana, Di, ven a la cama y mañana temprano revisamos el libro - responde sin moverse de la cama es